P: ¿Cómo es que te has convertido en el candidato a la Alcaldía por el Partido Humanista (PH) en La Reina?
Sabiéndome no político, que es la verdad, lo decidí como acto de coherencia personal, porque sintiéndome afectado por el contexto social y político de mi comuna, de mi país, de la región y del mundo, creo que bien vale la pena hacer mi aporte por vía de toda acción que vaya en dirección de recuperar la verdadera democracia. Quiero decir, que vaya en dirección al aumento de la representatividad de la gente y no de los poderes financieros como es actualmente. Hoy, está a la vista, hasta de los más miopes ‑intelectualmente hablando‑, el secuestro del sistema público por los poderes financieros, los bancos, las grandes empresas y las transnacionales. La gente “de a pié” hemos comenzado a reaccionar, esto ya comenzó a cambiar y creo que yo, y todos y todas, hemos de ver cómo hacemos nuestro aporte en tal sentido. Realmente estoy aprendiendo de la gente simple, de los estudiantes, de los pescadores, de mis compatriotas del sur, de los mineros y de tanta gente que hoy está siendo apaleada por salir a la calle a manifestarse o por decir lo que piensa. Yo me sumé al carro de los indignados y me parece que la metodología de la noviolencia que prodiga el partido es la correcta para impulsar los cambios que se necesitan.
P: ¿Y porqué con el PH?
Comparto con el PH sus principios éticos, doctrinarios e ideológicos, es el partido que mejor representa hoy en Chile el sentir de la gente sencilla. Siento que bastará que esta gente conecte su sentir con su cabeza (con lo que piensa) para que el humanismo se haga partícipe en el quehacer de lo que a todos nos concierne, las decisiones públicas. En la política tradicional (profesional), se han tirado a la basura los principios y valores humanos, hoy todo es negocio. A la política la han convertido en el instrumento capital para ello y todo se justifica con argumentos mentirosos y economicistas, da asco. Así lo experimenta la inmensa mayoría de la población, porque sienten que sus representantes los han dejado de lado, para defender intereses que nada tienen que ver con los representados, con aquellos que los pusieron en los cargos que ostentan. El PH, en cambio, es el partido ético que tiene Chile y así lo muestra su historia. Y yo soy una persona de principios, principios que son mucho más elevados que los del corrupto dinero.
Asistí a la conmemoración de los 20 años de la partida de la Diputada Humanista Laura Rodríguez, no a la del congreso sino a la que organizó en el Parque Los Manantiales la Fundación Laura Rodríguez; recordando su trabajo, escuchando su legado en boca de quienes continúan hoy con él, sentí mi vibrar con su espíritu y su obra, con ese modo de hacer política “de cara a la gente y de espaldas al parlamento”, como bien ella dijo. ¡¡Que mejor inspiración para mi entrada a la arena política que ella y su partido!!
P: Si te declaras "no político", ¿cómo piensas hacer creer al electorado que tu elección es la mejor, si no puedes presentar experiencia en un cargo de este tipo?
Será cosa de preguntarle al electorado cómo siente la política actual, ésta que llevan adelante los tan experimentados, los profesionales de la política, porque basta ver el panorama para darse cuenta del desastre y el desprestigio que esta "clase" tiene. Creo que la gente reconoce que la actual política, más se parece a una cloaca putrefacta que a cualquier otra cosa. Así las cosas, entiendo a los jóvenes y a aquellos que huyen de todo lo que suene a política. De estos que se dicen experimentados y que hacen tanto alarde de ello (entre otras cosas para impedir el nacimiento de nuevas caras en este ámbito), estos amigos de la "política profesional" que hacen "carrera política". Se han ido alejando de tal manera de la gente, que viven a espaldas de los pueblos que dicen representar. Y la gente ya sabe esto, lo siente adentro de si y está buscando alternativas.
Es necesario hoy, la llegada de lo ético a la política y valores también renovados y estos son los que encarnan los humanistas. La gente sabe de estoy y lo vivió cuando Lala fue diputada de mi comuna (La Reina) y Peñalolén. Laura, como yo, también arribó a la política sin la tal experiencia que los de siempre lustran en sus discursos cuando se trata de denigrar al contrario. Pero en sólo dos años que tuvo en el cargo, conquistó los corazones y el respeto de todos, especialmente de los más necesitados... ¡¡sólo ejerció 2 años antes de su partida!! y... Y los Reininos tienen memoria, también nuestros vecinos de Peña.
No sólo la ética pretendo, también la mística del cambio y del proyecto en mi política como Alcalde, porque los vecinos están muy cansados de vivir lo que viven con la política tradicional y esta seudo-democracia que nos envuelve. Los humanistas de La Reina, tenemos el ejemplo de Laura Rodríquez, la fuerza de un partido cuya reserva moral y coherencia política está demostrada y la fuerza de una juventud decidida a producir y avanzar hacia el gran cambio que necesitamos todos y todas.
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